miércoles, 3 de abril de 2013

¿Debía Santos oler marihuana en el ‘Bronx’?

Hace unos años en una visita oficial de Bill Clinton a Colombia ocurrió un hecho sorprendente. El entonces presidente de Estados Unidos venía a tomar nota con sus propios ojos del balance de la antinarcóticos que los dos países libraban con intensidad. A las autoridades nacionales se les ocurrió que en su paso por la Sociedad Portuaria de Cartagena, él viera expuestas en una pared las fotografías de los cargamentos de droga y de los capos capturados mientras obedientemente una perrita lo saludaba. "No", dijo categóricamente uno de los miembros de la avanzada del mandatario cuando le contaban la agenda. "Él es nuestro presidente, el presidente de los Estados Unidos. A su lado, no salen así sea en simples imágenes, delincuentes ni personas que atenten contra la sociedad", argumentó.

El riguroso funcionario aceptó, eso sí, el saludo de la perrita. "Esa si puede ser una imagen que transmita ternura", argumentó. Fue así como el mundo vio a Clinton saludado por la perrita Darling quien alargó la pata delantera izquierda y se la puso en el pecho al mandatario de Estados Unidos, quien recibió el gesto con una sonrisa. Pero nada más.

El hecho viene a cuento por la fotografía del presidente Juan Manuel Santos oliendo unas pacas de marihuana en la calle del 'Bronx', el pasado lunes. El mandatario se inclina y posa su nariz sobre el alucinógeno cuidadosamente puesto en un mantel blanco bajo la mirada complaciente del ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón. "¿Será que el señor Presidente no tiene un asesor de imagen? ¿A quién se le ocurrió semejante idea?", se preguntó el influyente comentarista Gustavo Álvarez Gardeazabal al inicio del escuchado programa La Luciérnaga de Caracol Radio, en la tarde de este martes. Varias de las respuestas pasaron por el humor y la ironía.

Más serio, el experto en comunicaciones Ricardo Galán considera que la imagen es "desafortunada" y que corresponde "a los demasiados bandazos" que se dan desde la Casa de Nariño. Para él, es "darle un papayazo a los críticos del presidente que como se ha visto en las últimas horas han utilizado la imagen para hacerle chistes" en una situación que además a él no le corresponde. ¿Por qué? Para Galán los 'ollas' es un problema que deben resolver los alcaldes. Según él, si se quería mandar una imagen de que Santos ha tomado por los cuernos el toro de la seguridad ciudadana debe hacerlo con gestos más afines a la gente. "A uno le da miedo ir a sacar plata a un cajero, le da temor dejar salir a sus hijos de noche, le teme al raponazo pero en general pocos creen que el problema de la inseguridad está en las 'ollas' porque son sectores que la mayoría saben que existen pero no conocen porque nunca van allá.".

Es tanta la indiferencia que por eso han existido durante décadas. Para Galán es un problema muy complejo que es difícil acabar en 60 días y que requiere una intervención muy profunda. "El presidente puso un plazo que la gente ahora empezará contárselo".

"Es una imagen insólita", dice Felipe Zuleta, comentarista de Blu Radio. "No le ayuda para nada a su imagen". Al ver esta fotografía uno concluye inexorablemente que en la "Casa de Nariño están desvariando", dice. En su opinión, la imagen se prestará para criticas columnas y seguro divertidas caricaturas.

Contrario, al caso mencionado de Clinton en la visita de Santos no solo olió la marihuana sino que se paseó y tomó con sus manos varias armas cortopunzantes. Además, posó para los fotógrafos en una jornada que oficialmente fue calificada como de "Revisión de Estrategias de Seguridad en 'El Bronx' de Bogotá, sector que era una fábrica del crimen y que fue intervenido exitosamente por la Policía Nacional, en colaboración con la Alcaldía Mayor de la ciudad".

Todo esto, dijo en analista político y concejal de Bogotá, Juan Carlos Flórez, "es una sensación de desaliento". Para Flórez, el problema de las 'ollas' es una "dolorosa realidad". Los capos del narcotráfico han logrado convertirse en desplazadores urbanos que han impactado gravemente nuestras ciudades. Por lo tanto, se requiere de una "acción conjunta, muy seria y a fondo para solucionarla". Sin embargo, Santos, considera él, hizo "un show" que rayó "en lo ridículo".

Flórez dice que todo le causó sorpresa. En primer lugar, porque Santos ha sido muy audaz y valiente en la necesidad de plantear salidas inteligentes al problema de la droga y "aquí retrocedió y lo puso exclusivamente en el terreno policiaco". Y en segundo término, es "una imagen sorpresiva de una persona muy profesional, que viene de los medios, y que sabe que las imágenes deben enviar una comunicación precisa y no dejar márgenes al equívoco como ocurrió en este caso".

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